6.6.13

roman pyatkovka // fotógrafos contemporáneos


Propaganda de la era comunista se superpone a las imágenes sexuales y subversivas que el ukraniano Roman Pyatkovka realizara en el mismo período. Acerca de Soviet Photo el autor nos comenta: "When looking at these pictures today, we are able to reflect on the ideals and disappointments, censorship and creativity of that time." 

No se pierdan sus otros trabajos ampliamente expuestos en su página.

22.4.13

conversación con osvaldo pontón


Fotógrafo y co-fundador de ScrappedOsvaldo Pontón nos describe cómo desarrolla sus proyectos fotográficos personales y la experiencia de editar y publicar una revista especializada en arte en nuestros días.

foto+cafeína: El retrato parece ser una práctica medular en tus obras pero, más allá de sólo re-presentar la personalidad del sujeto, tus imágenes sugieren una lucha de poder entre el retratado que te permite entrar a sus dominios (su morada, su espacio) y tú mismo como la figura autoritaria del fotógrafo. ¿Podrías contarnos un poco de esta lucha de poderes que tuviste en Unknown?

Osvaldo Pontón: Es importante para entender la lucha que se da en Unknown, saber que venía de realizar mi proyecto Sobre Blanco donde yo ejercía una especie de control sobre mis sujetos, al pintarlos de blanco y hacer que ellos me pintaran a mí, era en cierta forma un acto de agresión.

Cuando comencé Unknown, decidí hacer lo opuesto, dejarle a mis sujetos la gran parte del poder; ellos deciden qué usar de ropa (o no usar ropa), dónde serán las fotos, cómo posaran, etc. Yo tan solo me presento con la cámara.  Soy yo tratando de perder el control sobre la situación pero, una vez más, me encontré con una especie de sorpresa.  Al tener yo la cámara, siempre retengo más control del que pienso, y en ese momento comienza un poco esa lucha y esa tensión.  Encontré mucha resistencia a las reglas de Unknown de parte de mis sujetos, muchos querían hablarme y contarme sus historias, y me encontré de cierta forma, una vez más, siendo el agresor, pero esta vez de una forma muy distinta; ahora mi agresión consistía en mantener una distancia amplia y no dejar que ellos se acercaran a mí (figurativamente, no físicamente).

Siempre he dicho que mis proyectos fotográficos actúan en muchas formas como ejercicios de terapia para mis malestares sociales que cargo desde la infancia, y a través de ellos trato un poco de resolver esas incomodidades y preguntas sobre como interactuar con diferentes personas.

f+c: Supongo que la agresión de entrar en la intimidad del retratado (sea extraño o no) conlleva su precio.  En tu caso, pareces pagar como peaje de cruzar al territorio ajeno el poner en juego tu propia vulnerabilidad y así activar el proceso catártico de tu terapia social.  Después de varias sesiones, ¿podemos preguntarte cómo va el tratamiento?

OP: Jejeje. El tratamiento va bien, definitivamente estas interacciones han servido para probar mis límites.  Me he encontrado en situaciones tensas pero nunca me he sentido en peligro verdadero.  En los últimos años me he enfocado en diferentes formas de entender más mi conducta social y en estos ejercicios he encontrado, por ejemplo, que el Ego juega muchas veces un rol más importante del que uno cree.

f+c: ¿Puedes contarnos un poco la manera en la que abordas un proyecto fotográfico (personal)? ¿Sigues algún tipo de metodología?

OP: Los proyectos personales los aproximo con esta mentalidad semi-terapéutica.  Me pongo ejercicios y reglas estrictas que tengo que cumplir pero voy ajustando esas reglas de acuerdo como se va desarrollando el proyecto.  Si algo no me funciona lo cambio o, si algo sale muy distinto a como lo tenia pensado, pienso en si este nuevo resultado no será el más honesto y trato de ajustar lo que viene a eso.  Mi metodología cambia de proyecto en proyecto pero creo que lo que se mantiene es que siempre soy muy frío cuando trabajo en estas cosas.  Mi personalidad se cierra un poco y me pongo muy metodológico y seco mientras hago las fotos.

f+c: Tus proyectos (incluso desde Common) giran en torno a tus propias preocupaciones en las relaciones humanas y esa aproximación terapéutica con la que los abordas. ¿Continúas profundizando estas mismas preocupaciones? ¿Estás desarrollando algún proyecto actualmente en esta misma dirección?

OP: Sí, aunque de cierta forma estoy tratando de alejarme un poco del "yo", es un proceso lento.  Ahora planeo hacer una continuación de Unknown pero también desarrollar un proyecto en Venezuela que lidia con la seguridad personal desde un punto de vista personal, nada fotoperiodístico.  Además, últimamente con la subida de Instagram, que es una herramienta que disfruto bastante, he vuelto un poco a la fotografía meramente estética de momentos, objetos, lugares, etc.  Ha sido también como un buen limpia paladar de todos estos proyectos; me ha ayudado a re-encontrarme con esa emoción de ver algo bonito en la calle y tomarle fotos.

f+c: Cierto, una de las impresiones inmediatas al visitar tu blog es el disfrute de la captura que se trasluce en tus imágenes.  El hecho de que subas una gran cantidad de imágenes día a día parece ser otra forma de relajamiento más que de obligación. ¿Crees el contacto con la ciudad influya en este dinamismo fotográfico? ¿Podrías relatarnos un poco cómo ha influido Nueva York en tu manera de fotografiar?

OP: Es enteramente disfrute, nunca obligación.  La cantidad de imágenes que publico al día realmente depende de lo que hago en ese día y lo que me encuentro por la calle.  Es una especie de diario visual, a veces bastante descriptivo, a veces más abstracto. Ha sido un buen re-encuentro para mí con la fotografía casual y con el cyber-espacio. Ambas cosas las tenía ligeramente abandonadas antes de Instagram. Igual, todas estas cosas digamos que tienen cierta fecha de expiración, quizás un día ya no me provoque subir una foto y ahí se acaba.

No sé que tanto ha influido NY en mi manera de fotografiar, pero puedo decir que claramente influye en la variedad de cosas que puedo fotografiar y en lo libre que me siento de hacerlo.  Vivir en Venezuela te restringe demasiado a nivel de salir a la calle con tu cámara, inclusive si es un celular.  Nunca te sientes muy seguro sacándolo y usándolo para tomar fotos en la calle.  Acá no tengo esa restricción así que no lo pienso dos veces para parar un segundo y tomar una foto.

f+c: Partiendo del lado constructivo de la palabra crítica, ¿qué criticarías del medio venezolano para hacerlo más receptivo a la fotografía artística?

OP: Es difícil para mi criticar cualquier cosa en Venezuela ya que ya no estoy ahí para hablar con propiedad, pero más bien puedo decir que desde donde yo lo veo, hoy en día existen más espacios y canales para el arte en Venezuela.  Tal vez no canales monetizados, pero sí para enseñar el trabajo.  Digamos que seria increíble tener más escuelas de fotografía ya que hoy en día la mayoría de las que existen se dedican más al fotoperiodismo.  Lo otro que puedo decir aplica a nivel mundial, no sólo en Venezuela: hay que ser más honestos y analíticos a la hora de criticar y recibir critica de fotografía.  El amiguismo y la ilusión de fama virtual nubla a muchas personas.  Yo siempre trato de ser lo más honesto posible al hablar sobre la obra de otros; siempre, obviamente, siendo constructivo y cordial pero este rollo de decir que todo está muy bonito y hay que apoyarlo porque es "talento nacional" honestamente no va conmigo.  Eso sí, la felicidad que me llena cuando algún venezolano hace un trabajo que de verdad me inspira, se traduce claramente en mi apoyo incondicional.

f+c: Tengo entendido que además de la fotografía trabajas paralelamente en un proyecto editorial.  Cuéntanos un poco qué es Scrapped.

OP: Scrapped es una revista que fundé con 4 amigos de mi escuela de fotografía en NY. Sale cada 6 meses (la 2da edición está por salir) y publicamos artistas emergentes en el campo de la fotografía, pintura, ilustración, escritura, etc. No discriminamos con educación, locación o trasfondo, recibimos trabajos de cualquier persona y no cobramos por su propuesta y/o publicación.  Cada edición lleva un tema que nosotros, los editores, decidimos y tratamos de que más que una revista convencional sea un objeto de arte que la gente quiera coleccionar.

f+c: En esta mal etiquetada "era digital" la atención se desplaza de nuevo al fenómeno editorial con una creciente producción de photobooks, fanzines o revistas especializadas, ¿a qué crees que se deba? Y ¿hasta qué punto consideras que esto es un beneficio para el artista y el público?

OP: Soy un ferviente amante de los zines y las revistas especializadas.  Vivo cerca de una tienda que vende muchísimas a un costo súper bajo, entre 2$ y 10$, y nunca salgo sin comprar una.  Creo que en el alza de lo digital, muchas de las publicaciones grandes comenzaron a morir y las que sobreviven toman menos riesgos a nivel de a quién publican o promueven, es decir, se afincan más en grades nombres para vender más.  Frente a esto, nace ahora esta industria de los photobooks y los zines, que se basan en un número pequeño de copias a un costo razonable. A mi parecer los zines de autor dan al artista la completa potestad de como mostrar su obra, y los fuerza a encontrar una manera simpática, económica e interesante de hacerlo.  También me gusta que normalmente son ediciones muy limitadas, así que te sientes afortunado de poseer uno.

Con Scrapped tratamos de crear de igual forma un objeto de colección, y nuestros números de imprenta son bajos, nuestra segunda edición solo tendrá 250 copias. No tenemos patrocinantes ni publicidad en la revista, es un proyecto financiado por nosotros mismos y por una increíble campaña de Kickstarter donde recibimos un gran apoyo.  Unimos a artistas de diferentes campos dentro de un mismo tema y tratamos de crear una especie de ensayo visual abstracto de este.  Es un proceso muy laborioso y complicado pero muy satisfactorio.

18.4.13

lavender chang // fotógrafos contemporáneos


Las imágenes de Lavender Chang se prolongan durante la noche.  Unconsciousness : Consciousness explora la corporalidad y el movimiento animado por las revoluciones que yacen bajo el manto del sueño: "My photographs show the effects of time and movement, uncovering the abstract that is under our reality."

2.4.13

maury gortemiller // fotógrafos contemporáneos


Maury Gortemiller vuelca el imaginario bíblico de ilustraciones barrocas ancladas en los recuerdos de su infancia.  En Do the priest in different voices, cristos, vírgenes y salmos se desvelan en la prosaica cotidianidad: “objects and situations that are alternately ineffable, laughable, and at times terrifying.”

8.3.13

caleb charland // fotógrafos contemporáneos


Las imágenes de Caleb Charland posibilitan el fenómeno estético más allá de los procesos científicos.  Lo prosaico de estas leyes irrefutables queda en paréntesis dando paso al asombro, a lo inesperadamente hermoso.

4.3.13

lisa fairstein // fotógrafos contemporáneos


Cuando la absurdidad y el artificio irrumpen en las convenciones familiares de la imagen fotográfica surge el sentimiento de incomodidad (o "claustrofobia" según Fairstein) que nos detiene ante ella y nos devuelve preguntas inherentes a la fotografía misma, sus lugares comunes y cómo nos relacionamos con ellos. Ultra-Static es el proyecto de Lisa Fairstein que nos emplaza hacia esas interrogantes. 

13.2.13

osvaldo pontón // fotógrafos contemporáneos



Hace un año, Osvaldo Pontón publicó un pequeño clasificado en Craiglist donde invitaba a cualquier persona interesada en ser retratada y así formar parte de su proyecto.  La premisa de Unknown, también anunciada, es la que sigue: “I´m interested in exploring the power of anonimity and how it translates into power.” 

8.2.13

adde adesokan // fotógrafos contemporáneos



El subtítulo de la página de Adde Adesokan dicta "street photograhy" a pesar que él mismo se despreocupa de estas categorías. Quizás porque, a pesar que la calle sea el escenario, Adesokan es atraído aún más por las personas que la transitan.  Triptychs of strangers es una ingeniosa manera de presentar estos retratos callejeros pero habla también de la sorprendente empatía que tiene el fotógrafo para reflejar la individualidad de estos extraños.

6.2.13

mari kojima // fotógrafos contemporáneos


Mari Kojima emprende una odisea a partir del recuerdo de un gesto: su padre apuntando a una lejana isla. Sea sick es la bitácora de viaje hacia la metafórica isla, un nuevo mundo, la promesa de la posibilidad.

4.2.13

david zilber // fotógrafos contemporáneos



Fotografiar es un impulso natural de todo ser humano a documentar... eso dicen. David Zilber asume esta inclinación como la expresión más visceral de su propia creatividad.  No dejen de ver Empirism y Liquid Metallic Hydrogen (Io as an idea).

1.2.13

stieglitz, revolucionario


Cualquiera que haya tenido algo de interés en la historia de la fotografía reconocerá en Alfred Stieglitz un personaje excepcional.  Estandarte del pictorialismo; eje y fundador del grupo Photo-Secession;  editor de la mítica Camera Work; galerista y promotor artístico… ah sí, no olvidemos maestro fotógrafo.

Su vasta trayectoria estuvo volcada a la difusión y consolidación del arte fotográfico como disciplina independiente, pero su capacidad de apreciación se extendió allende la fotografía haciéndolo uno de los promulgadores más importantes del arte moderno de su época.  En el reverso de su proverbial carácter dominante (y a veces tiránico) Stieglitz poseía una sensibilidad para apreciar el buen arte y la humildad suficiente como para reconocer su propia necesidad de progresar como artista.

Esa habilidad de retroalimentar su obra con el aire de los tiempos fue determinante para reinventarse e introducir constantemente nuevas perspectivas en la evolución de la fotografía. Así fue desde antes de Photo-Secession y el subsiguiente giro que marcó con su fotografía The Steerage o la influencia que tuvo en él Paul Strand y Georgia O’Keefe.  Incluso su serie Equivalents (de donde tomamos la imagen de esta entrada) es por muchos considerada como la primera obra fotográfica intencional que plantea la abstracción.

En 1912, impresionado por el arte de Matisse y Picasso, Stieglitz dedicaría un número entero de Camera Work a sus obras sin dejar espacio a fotografía alguna.  Sería un movimiento sumamente atrevido para el editor de una publicación especializada en fotografía, pero para Stieglitz fue su humilde manera de rendir homenaje a la maestría.  Él era suficientemente lúcido como para no detenerse en discusiones sectarias y apreciar el valor de este arte revolucionario, pues él mismo deseaba esta revuelta en la fotografía.

Ahora bien, la historia cobra verdadera relevancia al revisarla de cara a las inquietudes de nuestra época.  Es así que una figura como la de Stieglitz aún nos puede enseñar algo, y es así que vale la pena preguntarnos una y otra vez:

¿Con cuánta sensibilidad respiramos el aire de nuestros tiempos? ¿Hasta qué punto son válidas nuestras (pre)concepciones (no digamos sólo fotográficas) para reconocer el valor artístico de la obra? ¿Cuál es legado que debemos preservar sin traicionar nuestra condición contemporánea? ¿Qué tan humildes somos para reconocer nuestros propios límites?

Porque es al término de lo cognoscible donde la mirada fresca emerge y donde podemos reflejar el inicio de algo como una revolución contemporánea.

28.1.13

emi fukuyama // fotógrafos contemporáneos


La sensación de caminar por una ciudad llena de presencias, no de momentos. Emi Fukuyama anhela no dejar pasar la inevitable transitoriedad de su propia conciencia y su manera de ver los lugares que fotografía en Before Sunset Comes y The Moon, Following me.

El trabajo de Emi Fukuyama está publicado por la editorial independiente oodee.

23.1.13

karen miranda // fotógrafos contemporáneos


Karen Miranda Rivadeneira escenifica recuerdos de su pasado familiar en Other Stories / Historias Bravas.  Una íntima reflexión de las relaciones entre la fotografía y el acto de rememorar.

21.1.13

los afronautas de cristina de middel // café para ver


Revisando varias listas de los mejores photobooks del año pasado noté que un título se repetía y sobresalía entre todos: The Afronauts de Cristina de Middel es considerado por muchos el libro de fotografía más interesante del 2012. 

The Afronauts toma como fondo la excéntrica historia del programa espacial de Edward Makuka Nkoloso quien en 1964, bajo el clima eufórico de una Zambia recién independizada, estaba determinado a llevar al espacio al primer astronauta africano.  Con ese fin, entrenaría a 15 hombres, una adolescente y un gato para llevarlos a la luna por medio de un sistema de catapulta.  El proyecto, como era de esperarse, no tuvo éxito.  La falta de fondos para financiar la irreal odisea y el embarazo de la adolescente por uno de sus compañeros encauzaron el programa a su abrupto fin.

Carlos Alba tuvo la oportunidad de entrevistar a la fotógrafa quien cuenta la experiencia de este original proyecto.  Disfruta del video aquí.

18.1.13

conversación con florencia alvarado // café con un fotógrafo


Florencia Alvarado publicó el pasado mes Muerte al miedo.  En esta conversación nos habla de las raíces de este nuevo proyecto y la experiencia de presentarlo en forma de fanzine.

foto+cafeína: Quisiera conversar contigo acerca de dos temas, el primero tiene que ver con tu más reciente obra. ¿Podrías hablarnos un poco acerca de Muerte al miedo?

Florencia Alvarado: Muerte al miedo surge de varias inquietudes y deseos. Uno era el de hacer un fanzine o publicación independiente, soy diseñadora gráfica así que me encantan tanto las publicaciones como el diseño editorial. También el amor por la materialidad, hubiese podido hacer esto como una serie para ser mostrada en medios digitales, o en alguna exposición, pero me gustan los objetos, y quería hacer algo físico, que pudieses tocar sus materiales, tocar el papel y sentir el peso de todos los papeles con mis fotografías hechos librito. Me gustaba la idea de este fanzine pesado (por el papel elegido) que pudieses guardar, sacar, ver, esconder y luego volver a hojear. Algo para el uso personal, íntimo, como una especie de secreto.

Las ideas/emociones del libro fueron cayendo como gotas, luego de un fin de semana de revisar mucho material fotográfico y audiovisual con Nelson Garrido (yo como oyente de su taller). Entre las cosas que mostró me quedé estacionada en Francesca Woodman, fotógrafa que ya conocía pero no había podido ver tanto material e involucrarme en su obra. Creo que ella disparó cosas en mí esa tarde.

Y comencé con las anotaciones y ejecución sobre esta serie que "habla" sobre las paredes internas del ser humano (las paredes internas del cerebro, del cuerpo, de la voz, de la conciencia...) con la presencia de la naturaleza que considero un elemento sanador. Las fotografías son interrogantes. Siento que hay una presencia de algo cinematográfico, las fotografías como pistas.  El lenguaje del cine es una gran influencia para mí.

Las fotografías se hicieron y rápidamente les di forma de fanzine.

f+c: La corporalidad parece ser una constante en tu obra desde anteriores trabajos pero en Muerte al miedo pareces volver tu mirada aún más introspectiva, digamos hacia el cuerpo más sutil de tu propia conciencia. ¿Qué papel juega el autorretrato en tu obra?

FA: Durante un tiempo estuve explorando mucho el autorretrato. Es un trabajo muy íntimo y cercano cuando uno se hace protagonista. Es una reflexión distinta y con muchos lenguajes encriptados. Uno, pone el cuerpo, hace la foto y reflexiona desde un lugar protagónico dentro de la historia.

Actualmente no lo hago mucho, muchas veces utilizo personajes que hablan desde mi voz. No uso el autorretrato con la misma frecuencia que antes, pero sigue siendo autobiográfico.

f+c: El segundo tema que quería tocar contigo ya lo has mencionado, el fanzine. Leí en un artículo que uno de los efectos inesperados de la era digital es el revival del photobook.  Hoy en día existe una producción impresionante de libros y fanzines fotográficos, algunos sumamente interesantes. ¿Cómo ha sido la experiencia de auto-publicarte? ¿Lo volverías a hacer?

FA: Ha sido emocionante, satisfactorio, me siento una niña del colegio con sus útiles nuevos (me encantaba esa parte de la vuelta a clases). Volviendo al tema, lo disfruté mucho, hice mis pruebas de impresión, estuve tocando gramajes y texturas de papeles con mucho placer. Definitivamente es el revival del photobook. Otra de las cosas que me impulsaron a hacerlo fue entrar de nuevo a la página de Atem Books, una editorial independiente con colecciones de Fanzines, muchos de ellos fotográficos. Ví eso y dije es esto lo que quiero hacer yo.

Tenemos muchas ideas todas en la cabeza que no materializamos. Esta era una, y espero que sea la primera de varias.

Con respecto a la experiencia de auto-publicarme: grata, estas cosas aunque parezcan minúsculas dan placer. Así hubiese impreso sólo una copia para mi. Todas las cosas que hago referentes a la fotografía (personal) son, por el momento, autogestionadas.

f+c: Creo que en el ámbito de la fotografía “personal” uno se encuentra un poco más solo, sea por elección o porque en este país el mercado artístico aún no es tan fértil como en otros lugares.  Hoy en día en Venezuela, ¿piensas que se está ampliando poco a poco el interés por este tipo de propuesta “personal”?

FA: Hay algunas galerías-espacios dedicadas al arte contemporáneo venezolano en Caracas (desconozco las otras ciudades). Pero no es lo mismo contemporáneo que emergente. A veces hay que ponerle atención a trabajos más allá si coinciden o no con esos patrones contemporáneos que nos venden y hasta nos enseñan a seguir. Pienso que es un poco sectario, lo que ocurre con las galerías, se ven muchas formulas estéticas y de contenido para acceder a estos lenguajes y ser aceptados.

Pero todo es una cosa de identificación. El artista necesita varias cosas para nutrir su trabajo, no solo un espacio que lo valide como artista.

Aplausos a quienes trabajan a favor de la expresión artística en el país con sinceridad.

Post Scriptum: Muerte al miedo se encuentra disponible en la librería Lugar común en la ciudad de Caracas.

17.1.13

mug shot // café para reflexionar


Sobre la disciplina del retrato mucha tinta ha corrido, siendo quizás, una de las disciplinas fotográficas sobre las que más se ha reflexionado.  Pero entre sus varias clasificaciones (retrato familiar, de celebridad, antropológico, etc.) he aquí una que no es tan frecuente entre los textos teóricos: el mug shot o fotografía de ficha policial.

Peter Doyle ha sido el curador de un archivo de miles de negativos realizados por el Departamento de Policía de Nueva Gales del Sur entre los años 1910 y 1930. Casi 2500 “personas de interés” fueron fotografiadas en ese período y entre ellas al menos 1000 fueron hechas en las instalaciones del Departamento para guardar el registro de estos hombres, mujeres y niños implicados como sospechosos o víctimas de algún crimen.

Tengamos en cuenta que este es un tipo de fotografía hasta cierto punto no consensual donde, en la mayoría de los casos, sobre uno de los participantes se ejerce coerción para retenerlo en un lugar.  Sin embargo, en claro contraste con los mugshots fríamente estandarizados de la actualidad, estas imágenes retratan la personalidad del sujeto muchas veces dándole libertad para asumir una pose y usar incluso sus accesorios particulares.

La contradicción aparece al percibir ese aire de libertad que descontextualiza estas “personas de interés” desplazándolas hacia el ámbito de la individualidad; donde gestos de desafío y coquetería parecen esbozar un paréntesis en el flujo de los eventos penales.  Un espacio donde la dinámica del fotógrafo y el fotografiado parece trascender lo trágico, el crimen o lo prosaico, y se vuelve enunciación de que un evento atemporal se está llevando a cabo.

Más de estos interesantes retratos aquí.

14.1.13

cafeína... o a manera de manifiesto


El arte ha trazado su historia de la mano de la evolución científica.  El testimonio más cabal de esta afirmación ha sido la emergencia y desarrollo de la fotografía desde el siglo 19.  Esta hermandad ha sido tan estrecha que en varios períodos el optimismo científico ha sentado las bases para abanderar corrientes que anulan la tradición en aras a un arte tecnocrático más prometedor.  Nuestros días no son ajenos a esta controversia cuando una de las principales preocupaciones de la fotografía contemporánea parece limitarse al fenómeno de la tecnología digital.

Este mismo blog debe su nombre de una de tales tendencias.  Filippo Tommaso Marinetti, fundador del movimiento futurista, era llamado “la cafeína de Europa”. Marinetti, anti-histórico, creía que el pasado era algo que debía abolirse para dar paso a una nueva estética de la era industrial.  La bautizó la belleza de la velocidad.

Vale preguntarse, en esta época donde la digitalización de la fotografía parece ser toda velocidad, hasta qué punto estamos dispuestos dejar atrás la tradición.  Hoy, que nuestra cultura laurea los filtros y emuladores de la misma estética ajada que pretendía desplazar la diáfana tecnología, el pasado parece burlarse de nosotros como un fantasma sarcástico.

Si esto es beneficio o detrimento queda de parte de aquellos que perfilan eso que llamamos fotografía contemporánea; de los que se entregan al arte y se nutren de esta era contradictoria que es futurista y nostálgica a la vez.  Seamos agradecidos, aún queda por determinar el alcance del fenómeno binario y el pasado siempre será un invaluable pozo de creatividad del cual bebemos.

Pero esto, de nuevo, es limitar la discusión a un aspecto precario si lo confrontamos con preguntas como ¿qué es la fotografía contemporánea? Y ¿hacia dónde nos lleva?

De Marinetti no queremos heredar su afán demoledor sino su apasionado vanguardismo que lo llevó a cuestionar el estado del arte de su era.  Ese espíritu crítico con el cual deseó despertar a una Europa adormecida de cómodos formalismos y explorar nuevas posibilidades.

Siempre es tentativo caer en discusiones dicotómicas pero más allá de la polarización, el espectro se amplía hacia campos más fértiles de reflexión y crítica.  Tal es el propósito de este espacio, ser un vehículo hacia esos campos donde la cafeína no falta.