18.1.13

conversación con florencia alvarado // café con un fotógrafo


Florencia Alvarado publicó el pasado mes Muerte al miedo.  En esta conversación nos habla de las raíces de este nuevo proyecto y la experiencia de presentarlo en forma de fanzine.

foto+cafeína: Quisiera conversar contigo acerca de dos temas, el primero tiene que ver con tu más reciente obra. ¿Podrías hablarnos un poco acerca de Muerte al miedo?

Florencia Alvarado: Muerte al miedo surge de varias inquietudes y deseos. Uno era el de hacer un fanzine o publicación independiente, soy diseñadora gráfica así que me encantan tanto las publicaciones como el diseño editorial. También el amor por la materialidad, hubiese podido hacer esto como una serie para ser mostrada en medios digitales, o en alguna exposición, pero me gustan los objetos, y quería hacer algo físico, que pudieses tocar sus materiales, tocar el papel y sentir el peso de todos los papeles con mis fotografías hechos librito. Me gustaba la idea de este fanzine pesado (por el papel elegido) que pudieses guardar, sacar, ver, esconder y luego volver a hojear. Algo para el uso personal, íntimo, como una especie de secreto.

Las ideas/emociones del libro fueron cayendo como gotas, luego de un fin de semana de revisar mucho material fotográfico y audiovisual con Nelson Garrido (yo como oyente de su taller). Entre las cosas que mostró me quedé estacionada en Francesca Woodman, fotógrafa que ya conocía pero no había podido ver tanto material e involucrarme en su obra. Creo que ella disparó cosas en mí esa tarde.

Y comencé con las anotaciones y ejecución sobre esta serie que "habla" sobre las paredes internas del ser humano (las paredes internas del cerebro, del cuerpo, de la voz, de la conciencia...) con la presencia de la naturaleza que considero un elemento sanador. Las fotografías son interrogantes. Siento que hay una presencia de algo cinematográfico, las fotografías como pistas.  El lenguaje del cine es una gran influencia para mí.

Las fotografías se hicieron y rápidamente les di forma de fanzine.

f+c: La corporalidad parece ser una constante en tu obra desde anteriores trabajos pero en Muerte al miedo pareces volver tu mirada aún más introspectiva, digamos hacia el cuerpo más sutil de tu propia conciencia. ¿Qué papel juega el autorretrato en tu obra?

FA: Durante un tiempo estuve explorando mucho el autorretrato. Es un trabajo muy íntimo y cercano cuando uno se hace protagonista. Es una reflexión distinta y con muchos lenguajes encriptados. Uno, pone el cuerpo, hace la foto y reflexiona desde un lugar protagónico dentro de la historia.

Actualmente no lo hago mucho, muchas veces utilizo personajes que hablan desde mi voz. No uso el autorretrato con la misma frecuencia que antes, pero sigue siendo autobiográfico.

f+c: El segundo tema que quería tocar contigo ya lo has mencionado, el fanzine. Leí en un artículo que uno de los efectos inesperados de la era digital es el revival del photobook.  Hoy en día existe una producción impresionante de libros y fanzines fotográficos, algunos sumamente interesantes. ¿Cómo ha sido la experiencia de auto-publicarte? ¿Lo volverías a hacer?

FA: Ha sido emocionante, satisfactorio, me siento una niña del colegio con sus útiles nuevos (me encantaba esa parte de la vuelta a clases). Volviendo al tema, lo disfruté mucho, hice mis pruebas de impresión, estuve tocando gramajes y texturas de papeles con mucho placer. Definitivamente es el revival del photobook. Otra de las cosas que me impulsaron a hacerlo fue entrar de nuevo a la página de Atem Books, una editorial independiente con colecciones de Fanzines, muchos de ellos fotográficos. Ví eso y dije es esto lo que quiero hacer yo.

Tenemos muchas ideas todas en la cabeza que no materializamos. Esta era una, y espero que sea la primera de varias.

Con respecto a la experiencia de auto-publicarme: grata, estas cosas aunque parezcan minúsculas dan placer. Así hubiese impreso sólo una copia para mi. Todas las cosas que hago referentes a la fotografía (personal) son, por el momento, autogestionadas.

f+c: Creo que en el ámbito de la fotografía “personal” uno se encuentra un poco más solo, sea por elección o porque en este país el mercado artístico aún no es tan fértil como en otros lugares.  Hoy en día en Venezuela, ¿piensas que se está ampliando poco a poco el interés por este tipo de propuesta “personal”?

FA: Hay algunas galerías-espacios dedicadas al arte contemporáneo venezolano en Caracas (desconozco las otras ciudades). Pero no es lo mismo contemporáneo que emergente. A veces hay que ponerle atención a trabajos más allá si coinciden o no con esos patrones contemporáneos que nos venden y hasta nos enseñan a seguir. Pienso que es un poco sectario, lo que ocurre con las galerías, se ven muchas formulas estéticas y de contenido para acceder a estos lenguajes y ser aceptados.

Pero todo es una cosa de identificación. El artista necesita varias cosas para nutrir su trabajo, no solo un espacio que lo valide como artista.

Aplausos a quienes trabajan a favor de la expresión artística en el país con sinceridad.

Post Scriptum: Muerte al miedo se encuentra disponible en la librería Lugar común en la ciudad de Caracas.